domingo, 7 de marzo de 2010

VI. PERSONAJES CÉLEBRES DEL RENACIMIENTO

PAOLO UCCELLO




Paolo Di Dono, llamado Paolo Uccello (Florencia, 1397 - 1475) fue un pintor cuatrocentista italiano ;formó parte de los pintores del Quattrocento destacando, en la historia de la pintura, por su maestría en las nuevas reglas de la perspectiva.



Hijo de Dono Di Paolo, cirujano y barbero, y de Antonia di Giovanni del Beccuto. Aprendiz en la escuela de Lorenzo Ghiberti entre 1407 y 1414 tuvo ocasión de conocer a los pintores de más renombre: Masolino, Donatello y Michelozzo. Participó, en esa época, en la conclusión de la puerta del Baptisterio de Florencia, realizada por éste último.




Tras haber completado la formación de pintura, escultura, orfebrería y arquitectura, se unió, en 1424, a la Compañía de los pintores de San Lucas y, un año más tarde, se le encomendó la reconstrucción de los mosaicos de la Basílica de San Marcos (Venecia), que habían quedado destruidos tras sufrir un incendio. En 1432 trabajó en la realización de la cúpula de la iglesia de Santa María del Fiore. Recibió su primer encargo monumental en 1436: pintar al fresco el retrato ecuestre del caudillo inglés John Hawkwood (Giovanni Accuto).



A lo largo de toda su vida se dedicó a sus estudios sobre la perspectiva, haciendo de ello una verdadera obsesión, lo que conllevó la crítica de sus contemporáneos que le apodaron Uccello (pájaro), sin duda por sus antojos y sus despistes.




Utilizó, a menudo, la brevedad para tratar las formas y jugar con esta técnica hasta conferir un carácter fantástico en algunas de sus obras.




Según los escritos de Giorgio Vasari, Paolo Ucello, terminó sus días en 1475 «solo, excéntrico, melancólico y pobre».




A Uccello se le atribuyen también numerosos frescos hechos en diversas ciudades italianas; las más documentadas de todas ellas son las escenas del Antiguo Testamento para el Claustro Verde de Santa María Novella (Florencia), en la actualidad muy deterioradas.






OBRAS:



LA BATALLA DE SAN ROMANO




















La batalla de San Romano o La derrota de san Romano (en italiano, Battaglia di san Romano) es un tríptico o conjunto de tres pinturas, obra del pintor italiano Paolo Uccello. Está realizado con temple al huevo sobre tabla y actualmente se conserva disperso en tres museos: National Gallery de Londres, Louvre de París y Galería de los Uffizi de Florencia.


Datación


Se considera que el tríptico fue ejecutado entre 1456 y 1460. No obstante, la fecha es incierta y continúa siendo objeto de considerable debate. Los críticos tienden actualmente a entender que fue encargada y ejecutada no mucho después de la muerte de Micheletto da Cotignola en 1435, una hipótesis que parece confirmada por el estilo, cercano al del Monumento a John Hawkwood pintado por Uccello hacia 1436, en la Catedral de Florencia.




Historia


Se representa, en cada una de las tres tablas, tres momentos distintos de la batalla entablada el 1 de junio de 1432 en San Romano, cerca de Lucca, entre los florentinos, que resultaron al final victoriosos, guiados por Nicolás de Tolentino y los sieneses, liderados por Bernardino da Cotignola.


Recientes investigaciones apuntan que el ciclo de pinturas no fue, como se creyó durante mucho tiempo, un encargo de Cosme de Médicis, sino de Lionardo Bartolini Salimbeni, que tuvo un papel destacado en la apertura de hostilidades con Siena.


Aparentemente tuvieron en un principio forma de arco. La tabla del Louvre está sin duda rellenada en sus esquinas superiores y en el área inferior izquierda cuando, entre 1479 y 1486, las tres escenas de la batalla fueron requisadas por Lorenzo de Médicis para su palacio en Florencia. Están descritas en un inventario de su dormitorio en 1492.





SAN JORGE CONTRA EL DRAGÓN

San Jorge y el dragón es una obra del pintor italiano Paolo Uccello. Está realizado en temple sobre madera, y fue pintado entre 1456 y 1460. Mide 52 cm de alto y 90 cm de ancho. Se exhibe actualmente en el Museo Jacquemart-André de París.


Existe una versión anterior que se guarda hoy en la National Gallery de Londres. En esta obra, como en otras suyas, Paolo Uccello crea una atmósfera irreal, que hasta cierto punto puede recordar a obras del surrealismo.




PIERO DELLA FRANCESCA





(Piero di Benedetto; Borgo San Sepolcro, actual Italia, h. 1416-id., 1491) Pintor italiano. Por su profundo conocimiento de la pintura florentina, se cree que pasó una larga temporada en Florencia, pero su presencia en dicha ciudad sólo está documentada en 1439, cuando colaboraba con Domenico Veneziano en los frescos (perdidos) de San Egidio. Su aprendizaje florentino parece indudable en obras como el Bautismo de Cristo, deudoras del vigoroso planteamiento plástico de Masaccio, del riguroso orden compositivo de Fra Angélico o de la luminosidad de las gamas cromáticas de Domenico Veneziano.



Después de realizar otros frescos, hoy perdidos, hacia 1452 Piero della Francesca empezó a trabajar en el coro de San Francesco de Arezzo, donde dejó un magnífico ciclo sobre la Leyenda de la Vera Cruz. Esta obra, que es considerada la más sobresaliente de toda su producción, está basada en una leyenda medieval muy compleja, y plasmada con grandiosidad y solemnidad, mediante un perfecto estudio de las proporciones, de tal forma que naturaleza, arquitectura y personajes se entrelazan y relacionan con una armonía y un equilibrio perfectos.



Al acabar esta obra (1465), Piero fue llamado a la corte humanista de Federico de Montefeltro, en Urbino, donde permaneció casi hasta el final de sus días. Allí pintó el famoso Díptico de Urbino, con los retratos y los «triunfos» de Federico y su esposa, una de las obras más notables del Quattrocento italiano, y la enigmática Flagelación, de la que se han hecho numerosas interpretaciones.


OBRAS:



Madonna del Parto (1460)



Es uno de los pocos frescos donde la Virgen es mostrada físicamente en los días previos al nacimiento de Jesús, con un gran vientre de nueve meses; su figura protagoniza la obra, ataviada con un vestido largo de color rojo, llevándose la mano derecha hacia el vientre. La iluminación clara destaca el volumen de las figuras, acentuando su aspecto monumental y apagando las tonalidades. Una de las principales obsesiones de Piero della Francesca era la simetría, como demostrará en buena parte de sus obras. Debido a ese interés duplicará las figuras de los ángeles en esta pintura, realizada para un pequeño santuario mariano que fue posteriormente unido al cementerio de Monterchi.












El Bautismo de Cristo (1448-1450)


Es una de las obras tempranas más famosas de della Francesca; representa el momento en que Cristo, que se sitúa en el centro de la composición, es bautizado por San Juan Bautista, ubicado a la derecha. A la izquierda se encuentra una trinidad de ángeles que, con sus tres peinados, colores y poses distintos, refuerzan simbólicamente la presencia de la Santísima Trinidad. Sobre la cabeza de Jesús se encuentra la paloma del Espíritu Santo y bajo sus pies las aguas del río Jordán. En la composición se encuentra una destacable alusión a la perspectiva, fundamental en la obra de Piero, ya que las propias figuras conforman el espacio donde se asientan. Las figuras están sabiamente interpretadas, obteniendo un marcado acento volumétrico gracias al empleo de la luz y resaltando el aspecto escultórico y anatómico de los personajes, y se observa un esmerado detallismo que puede apreciarse en la meticulosa atención que el artista presta a detalles secundarios como las hojas de los árboles y el reflejo de las montañas en el agua, fruto de la observación de la naturaleza. Las tonalidades no son muy vivas, al bañar las figuras con esa luz blanca y uniformemente distribuida. La composición se basa en el cuadrado y el círculo, representando el cuadrado la tierra y el círculo el cielo.



NATIVIDAD



La Natividad (en italiano, Natività) es una obra del pintor renacentista italiano Piero della Francesca. Está realizada al temple sobre madera y mide 124 centímetros de alto y 123 cm. de ancho. Se conserva en la National Gallery, en Londres.


Está datada del periodo 1460-1475; otras fuentes hablan de 1483-1484. En cualquier caso, probablemente sea uno de los últimos cuadros realizados por Piero antes de su ceguera. Parece inacabado, aunque esta impresión se debe seguramente a las restauraciones antiguas.







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